Historia personal de Andrés Barroso

La historia personal de Andrés Barroso es insólita, dura y a la vez esperanzadora.

Andrés tuvo un grave traumatismo en el hombro que le provocó una luxación acromio-clavicular de grado 3. Literalmente la clavícula “salió” de su alojamiento habitual y los ligamentos coraco-claviculares y cápsula articular quedaron rotos.

La operación inmediata fue difícil y su recuperación se antojaba compleja. Andrés temía no volver a competir en su disciplina deportiva profesional nunca más.

Tras la operación acudió al CAR (Centro de Alto Rendimiento para deportistas de élite), en Sevilla. Allí los médicos le sugirieron (según sus propias palabras) que acudiese directamente a uno de los mejores recuperadores osteópatas actuales, Eduardo del Río Velasco.

Andrés acudió a Eduardo del Río con el brazo en cabestrillo, sin movilidad y sin esperanza alguna. La lesión era muy grave.

Pero para sorpresa del propio lesionado, Eduardo del Río hizo un trabajo inédito e increíble. Andrés se operó el 27 diciembre, y tras las sesiones con Eduardo del Río pudo regresar a la alta competición en abril, sólo unos meses después.

Tras esta proeza de recuperación de movilidad Andrés participó en el Mundial de Dublín y el Europeo de Eslovenia, con unos resultados muy positivos para la expedición española.

Pero la historia no queda ahí. En 2015, por caprichos del destino, Andrés es informado de un tumor benigno en el nervio vestibulococlear (responsable del equilibrio y la audición).

Imaginaos lo que supone para un deportista de una disciplina tan milimétrica y refinada como el tiro con arco perder la orientación y el equilibrio. Su estado anímico estaba por los suelos y sus predicciones de recuperación se antojaban imposibles.

Fué operado en Barcelona, pero su mejoría no llegaba. Estuvo 6 meses con mareos, unido a una parada facial del lado izquierdo de su cuerpo. Justo en ese momento volvió a recurrir a los servicios profesionales de Eduardo del Río.

¡En sólo 1 mes y medio desapareció la parálisis facial y justo a los 6 meses los mareos! Aquello fue demasiado.

Andrés no sabe ponderar las prestaciones personales, técnicas y profesionales de Eduardo del Río. En palabras propias…”hace posible lo imposible”.

Después de esta recuperación volvió a competir y participó con la selección española en el Mundial de tiro con arco de Francia.